miércoles, 11 de noviembre de 2015

Tribus Urbanas

En los últimos tiempos se ha desatado una modalidad entre los adolescentes de agruparse en lo que denominamos “Tribus Urbanas”, agrupándose por el tipo de personalidad que se refleje. 

Sin la más mínima intención de juzgar a nadie, quiero hacer una breve reseña de las tribus más populares: 

Los Emo: un grupo de adolecentes que aparentemente odian todo de la vida incluyéndose a ellos mismos. Por lo general los Emo han tenido una infancia traumática y dolorosa, viviendo tristes escenas de maltrato de sus padres, han vivido un divorcio espeluznante o han sufrido la muerte de alguien querido. 

Los Emos se distinguen por el uso de ropas de color oscuro, preferiblemente negra, delineador en los ojos de color negro, y uñas color negro. Cabello largo, uso de percings en cualquier lugar del cuerpo. 

Si un Emo se enamora podría convertirse en peligroso, ya que predican que son capaces de dar su vida por amor, idolatran esa persona y la saturan de llamadas y visitas. De ahí el término “Emo love”.  
Los Nerds: son un grupo de adolescentes que son extremadamente estrictos con ellos mismos, son perfeccionistas y solo viven el futuro, no el presente, ellos se preocupan bastante por sus estudios, se trazan metas y se esfuerzan para alcanzarlas. 

Todo parece ser perfecto, pero los Nerds no viven la vida, no suelen divertirse, su característica es siempre formales, uniformados perfectamente, visten casi igual siempre, no tienen sentido de la moda ni de la comodidad. 

Dicen que no les interesa relacionarse con el sexo opuesto, alegando que no tienen tiempo para problemas personales.

Los Deportistas: son aquellos que les encanta el deporte, obviamente practican un deporte y lo hacen el centro de su vida. Suelen ser my tercos y egocéntricos, sin embargo se colocan metas y siempre las llegan a cumplir. 

También son muy sociables. Su vestimenta es siempre a la moda y son juguetones, pero a la vez formales. 

En el amor son muy superficiales y les encanta impresionar a as chicas. 

Los Artistas: son música, viven con la música, ellos siempre cargan con su ipod o mp4 les encantan escuchar música y tararearla.

Generalmente tocan un instrumento musical, pero también suelen ser buenos en pintura, animación, video o cualquier vertebra del arte.

Siempre inventan algo nuevo, son muy creativos, pero a la vez supersticiosos. Su vestimenta es única, crean su propio estilo. 

Suelen ser románticos y creen en el amor eterno, no olvidan a su pareja fácilmente pero pueden llenar el vacío con otra sin ningún tipo de remordimiento. 



Pero estos cuatro tipos de tribus pueden derivar todos tantos que son mezcla de uno y de otro, de manera que podemos encontrar a alguien que sea producto de alguna combinación. Por ejemplo, mi amigo Javier es: 60% Artista, 20% Deportista y 18% Emo y 2% Nerd. 

Si un adolescente es resultado de una combinación de Emo y Artista es llamado Punk. 

La lista es muy diversa, lo importante es que cuando decidas unirte a una tribu, lo hagas convencido de que es lo que quieres reflejar y no lo hagas por complacer algún amigo.

martes, 13 de octubre de 2015

Ser adulto está sobrevalorado

Es una contradicción pero, cuando somos pequeños y estamos viviendo nuestra más dulce infancia alejados de la realidad cotidiana queremos ser mayores, queremos hacer lo que vemos que los adultos hacen mientras que a medida que crecemos, deseamos poder volver atrás y no tener tantas preocupaciones o problemas que enfrentar. 

Ser adulto significa tener una serie de responsabilidades que antes no tenías. Esto hace que sea muy apetecible volver al tiempo en el que aprendías a montar en bici o en la que una de tus mayores preocupaciones era que iban a regalarte el día de tu cumpleaños. 



Sí, ser adulto está sobrevalorado. No te engañes porque no tengas a tus padres diciéndote que hacer o por no tener que rendir cuentas a nadie por tus acciones. Lo que da más miedo de las responsabilidades es que si te equivocas o no cumples las expectativas,puedes estropearlo todo.

Una vez hemos pasado la época de fascinación por todo lo nuevo,la responsabilidad se adhiere a nosotros mismos como si piel se tratara. No podemos huir,o alguien nos hace comprender o sufrimos la consecuencias. Seguimos con nuestro proceso de aprendizaje toda la vida y a medida que pasa el tiempo nos enfrentamos a retos distintos. 

A pesar de ello, la madurez tiene sus ventajas. Si de pequeños queríamos descubrir todo aquello que nos rodeaba,cuando somos adultos somos capaces de ver cosas que antes no podíamos ver.

lunes, 17 de agosto de 2015

Las despedidas nunca son fáciles

Conforme crecemos, todo se complica más. Tenemos que lidiar con situaciones que jamás hubiéramos imaginado. Tenemos que tomar decisiones, tenemos que elegir. Cada elección significa renunciar a algo. Establecemos un orden de prioridades. Elegimos una opción y renunciamos a otra.

Para conseguir aquello que queremos, debemos hacer sacrificios. Algunos parece que son mínimos, otros sin embargo, duelen de verdad. Llega un momento en el que llegas a preguntarte si dicho sacrificio para alcanzar aquello que anhelamos merece la pena. Y todo se reduce a seguir añorando aquello que hemos dejado atrás, o seguir adelante.


Con las personas sucede algo parecido. Durante nuestra vida se conforma una pasarela de gente que desfila por ella, algunos para irse, otros para quedarse, o simplemente para aprender algo de ellos. Lo complicado, es tener que decir adiós a personas que nos importan de verdad.

Hay momentos en los que no hay vuelta de hoja, en los que por mucho que te duela, tienes que saber decir adiós. Tienes que aprender a pasar página. Nadie dice que sea fácil. Las despedidas duelen y en un primer momento dichas personas se llevan parte de nosotros. Con el tiempo, acabas quedándote con lo que has aprendido o todo aquello que te ha aportado dicha persona o situación. Otras veces sin embargo, te das cuenta de que hay despedidas que son necesarias y que hay otras, que ni siquiera podemos evitar.

jueves, 2 de julio de 2015

Un genuino libro en blanco

Si nuestra vida fuera un libro podríamos dividirla en numerosos capítulos. Si fuera así, habría capítulos para recordar y otros que quizás nos gustaría arrancar o que simplemente desearíamos que no se hubieran escrito. 

En cada etapa de nuestra vida hay cambios que generalmente están marcados por grandes sucesos. Momentos que marcan un punto de incisión entre el día de hoy y el de mañana. El día en el que te marchas de casa dispuesto a cumplir un sueño, el día en el que te gradúas, el día en el que te enamoras... Y todo cambia en cuestión de segundos.


Los mejores cambios llegan en pequeños momentos, cuando nos paramos y vemos quiénes somos. Cada vez que echamos la vista atrás y observamos lo lejos que hemos llegado, también vemos aún lo lejos que podemos llegar. Para poder cambiar completamente, puede que necesitemos liberarnos de todo a lo que nos aferramos y nos impide seguir adelante. Enfrentar a nuestros miedos día a día y avanzar para sí conducirnos por un nuevo camino. El correcto. 

Si un día despiertas y te das cuenta de que la persona en la que te has convertido no es la persona que quieres ser... Siempre puedes volver atrás e intentarlo de nuevo, reescribiendo un nuevo capítulo.

jueves, 18 de junio de 2015

Capítulo XI: ¿Confundimos la nostalgia con la melancolía?

Nunca he tenido un mal concepto de la nostalgia, nada tiene de malo rememorar momentos pasados que sabes que no van a volver, y a la vez disfrutarlos. Por ejemplo, puedes recordar tus juguetes cuando eras niño y echarlos de menos así como lo poco que te preocupaba cualquier cosa en esa época.  No sientes nostalgia de las cosas malas. 

En cambio la melancolía se codea más con el "sentimiento de pérdida" y hasta se ha considerado una enfermedad. Según la teoría de los cuatro humores propuesta por Hipócrates, su exceso provocaba un comportamiento abatido, apático y un manifiesto sentimiento de tristeza. De aquí se demuestra que es autodestructiva, una perversión de los recuerdos, donde no todos son buenos.

Rememoras una época, te deprimes y te regodeas en lo malo, solo que lo más grave es que te hieres a ti mismo y eres incapaz de avanzar. 

No obstante, solemos confundirnos por tanto, en el sentido de definición de nostalgia como "tristeza melancólica" y visto así, sí que van interrelacionadas, incluyéndola. 

Si bien es cierto que la nostalgia tiene ese punto perverso que se sirve de lo que era malo para convertirlo en bueno, también posee otro horrible, que transforma "fallos" en "momentos a los que quieres volver" gracias a la desmemoria y al paso del tiempo.  Sin ser explícitamente negativa como la melancolía, se adueña del deseo de avanzar y cambiar, y por consiguiente, nos anula aunque su poder es afortunadamente más leve. 

Aun así, debemos tener claro que mientras la nostalgia va más encaminada a "añorar algo perdido" y  hace hincapié en un pasado perdido, la melancolía se "regodea en la pena de aquello perdido" que siempre tiende a ser algo muy reciente.

Suena en el Boomerang:
Taylor Swift - Everything Has Changed ft. Ed Sheeran

martes, 5 de mayo de 2015

Exposición mediática

La intimidad es el aspecto más personal, reservado y privado de una persona. Es la esfera personal de cada uno dónde habitan nuestros valores además de ser un ámbito reservado a la curiosidad de los demás. Es difícil vivir con ella,e imposible vivir sin ella. 

Tenemos derecho a protegerla como quién protege un pequeño tesoro. Tenemos derecho a decidir qué es lo que queremos compartir,con quién,cuándo y hasta donde. Por supuesto, tenemos derecho a protegernos de las invasiones de nuestra intimidad.

En una sociedad de la información en la que vivimos en un constante intercambio de información,la intimidad ha perdido sentido para algunos y ha sido más apreciada por otros. 



El problema de la exposición mediática de nuestras vidas es que llega un momento en el que nos quedamos vacíos por dentro,corriendo el riesgo de perder incluso, nuestra propia identidad.  No tener intimidad, supone que la información que compartimos pueda ser tergiversada por otros para hacernos daño o para sacar un beneficio.Tener intimidad implica una gran responsabilidad,ya que somos nosotros mismos los que debemos fijar sus límites.

sábado, 18 de abril de 2015

La explotación de tu lado salvaje

En la obra El Principito, su autor Aintone de Saint-Exupéry decía literalmente: “Lo esencial es invisible a los ojos; tan sólo puede verse con el corazón”. 

Conforme vamos creciendo, nos olvidamos cada vez más de esta idea. Nos olvidamos que en un pasado fuimos niños con una imaginación capaz de convertir un par de cojines en un fuerte, o una bañera en un océano por el cual navegar. 

A lo largo de los años, nuestro pensamiento empieza a estar más regido por un carácter más académico vinculado a la obtención de resultados, sin dejar hueco a la creatividad, a la innovación, a la intuición. 



Todo esto viene provocado en gran parte por la sociedad en la que vivimos, en la que el conocimiento más científico y lógico es el único que tiene cabida, en contraposición al conocimiento intuitivo, o de índole más creativa. 

La realidad es que ambos conocimientos son complementarios, y el equilibrio entre ambos sería lo idóneo para poder evolucionar, para poder progresar, para poder avanzar. Pero, “conciliar” a estas partes no es tarea fácil, para ello debemos desprendernos de todo miedo, armarnos de valor, ser valientes, para así, escuchar a nuestro corazón, actuar acorde lo que realmente sentimos y avanzar por el camino correcto.

domingo, 12 de abril de 2015

Capítulo X: Del latín amicĭtas,

por amicitĭa, de amicus, amigo, que deriva de amare, amar.

Hay un amigo en mi... Va a ser que no.

Seré claro y conciso desde el principio: ¡No creo en la amistad!

La amistad no existe, dos personas pueden ser afines y hacerse compañía hasta que sus intereses no entren en conflicto; una vez que esto suceda, habrá mal rollo, puñalada trapera y fin de la relación. El más fuerte (espabilado y astuto) aniquilará al más débil (buenazo e ingenuo). El ser humano es así, somos animales, cada cual barre para su puesta y el egoísmo está a la orden del día.

Siendo de letras seguro que os sorprendo con esta ejemplificación de la amistad vista como la relación entre dos especies: A y B, que se corresponden con el espabilado y astuto y el buenazo e ingenuo. Iremos en detrimento de lo que más se asemeja a "amistad":
  • Amistad de "simbiosis". Los dos se benefician y se necesitan, el uno sin el otro no sobrevivirían.
  • Amistad de "mutualismo". Ambos se benefician, pero no se necesitan: la duración de la relación es breve, generalmente bastante corta. 
  • Amistad de "comensalismo". Uno se beneficia y el otro no es perjudicado.
  • Amistad de "parásito". Uno se aprovecha y se beneficia y el otro es perjudicado. La más típica, oye.


Me parece fabuloso que haya quien crea en ella, sé de casos de personas que se conocen desde parbulitos y es admirable que su relación llegue hasta cuando son adultos, tienen sus hijos y prosiga...  Toda una suerte, y espero que la sigan manteniendo. Sin ir más lejos, es el caso de mi padre con su vecino, la diferencia es que su hijo y yo por más que insistieran en que fuéramos sus "sucesores" jamás congeniamos. 

¿De donde viene esta actitud, que todos llamareis "chulesca"?  
No es algo que crea como la religión, que no la ves y depende de tu fe, sino algo que puedo confesar desde la experiencia. 

Desde pequeño, que se dice pronto, he visto como la "amistad" era una palabra encubierta que denotaba "interés",  todos querían acercarse al chico o a la chica popular, para obtener privilegios. Lo curioso es que muchos de ellos ni los soportaban, pero debían tragar, sacar provecho era lo importante como sucede en la adolescencia o en la edad adulta. Ya se sabe, "a quien buen árbol se arriba, buena sombra le cobija". A veces confieso que me dan ganas de vomitar al escuchar "esa es mi mejor amiga"...  y no es envidia, yo jamás he tenido un "mejor amigo" ni "amigo" a secas. 

He querido refutar mi creencia de que no existe la amistad dando oportunidades a un elenco de individuos de los más variopintos y he obtenido traiciones, decepciones y frustraciones.  Si ya se sabe, "no temas del enemigo que te ataca, ten miedo del falso amigo que te abraza", porque para que haya traición primero ha de haber confianza.

Al haber asumido cuanto antes este asunto, menos quebraderos de cabeza me llevé y es que hasta siendo cauto, alguno puede confundirte y al final es igual que todos. Solo hay un amigo, tú mismo. Cuando sales al mundo, ten presente una cosa: todos van a ir a por ti; da igual lo mucho que hayas recorrido, se acercarán para aprovecharte de ti y deberás pararles los pies. Serás la "presa" de todos, conviértete en depredador o no sobrevivirás. 

Admito que la soledad no es buena, pero más vale estar solo que mal acompañado y afortunadamente, mis principios me impiden ser cínico o políticamente correcto para agradar a alguien. 

Actualmente tengo un grupo completísimo de conocidos, a los que mi vida les importa una mierda, pero si aburren o me necesitan, contactan conmigo para salir de marcha, tomar algo o pasar la tarde. Ya depende de mi si acepto o no, según mi conveniencia. Y es justo esta palabra, la que subrayaría en primer lugar, la mencionada "amistad por mutualismo" que ya tuve en el institito. En mi carrera tengo un gran abanico de compañeros, pero no dejan de ser tales ni tienen posibilidad a ser mis amigos. Puedo dejarles o pedirles apuntes, colaborar en trabajos de clase, tomar un aperitivo en la cafetería, pero son mi relación laboral, y si es más aplicable al amor que la amistad, "no mezclo los negocios con el placer".


Por más que vea imágenes en los muros de Facebook o tweets de los Tuitstars con apología de la amistad, ni me venden la moto ni me dejo engañar.
Ni buenos ni malos amigos, en general cuando tienes éxito te rodean tropecientos pero cuando tienes una mala racha, todos huyen como ratas para que no los salpique; he contado secretos a gente en la que confiaba y ya sabe, "uno es esclavo de lo que dice, y dueño de lo que se calla", sin olvidarme del famoso: "si quieres que algo te salga bien, no se lo cuentes a nadie".

Echar en cara lo que haces por el otro es el chantaje emocional más usual, unido a los celos y envidias, de estos dos defectos ya os digo que creo firmemente y a pie juntillas. Si el Moulin Rouge predica que "el amor es lo más grande que te puede suceder", parece olvidar que los cuernos e infidelidades están a la orden del día, y lo menos grande que es la amistad, no va a ser inmune a ello.

¿Qué me gustaría creer en la amistad? 
Por supuesto, quiero creer en el poder de la bondad, el cariño, la humildad y la generosidad para que en la balanza de los valores puedan contrarrestar los efectos de esta sociedad insensible, cínica y deshumanizada. 



Sin embargo, me duele confesar que no creo que la sociedad esté preparada para la solidaridad, aun existen muchos conflictos, muchas peleas y muchas guerras y nos queda mucho por aprender.

Si crees y decides dar tu amistad, no te importará que el otro no lo haga porque el que finalmente está convencido de dar es aquel que saldrá más beneficiado. No esperes por tanto recibir lo que tú mismo no has dado, así como no des esperando lo mismo, ya que eres único y probablemente los demás no sean como tú. Visto así, ¿te arriesgarías?

Todo depende del cristal con el que quieras ver lo que te rodea, aunque los bonitos gestos que haces por los demás, conocidos o no, son recogidos por el karma y ya se sabe lo que esto implica. 

jueves, 19 de marzo de 2015

Capítulo IX: No te despidas del amor, solo de quien no te supo amar.

Olvidar no se trata de borrar el pasado de la noche a la mañana, sino de aceptarlo tal como es, sin mezclar sentimientos.
El tiempo se encargará de aliviar gradualmente las heridas, pero entendiendo que por ahora tenemos que seguir recordando escenas del ayer. 
Recordando, sí, y extrañando mucho, pero con el corazón en paz.



Si ya se sabe, "no hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo aguante"



 Piensa en lo que debes hacer, porque si no te mueves tú, nadie lo hará por ti.

  1. Asimila la "nueva" realidad, que sigue siendo prácticamente la misma salvo sin esa persona a tu lado. A veces la desilusión es buena para poner los pies sobre la tierra y no necesitas nada para tener buenos momentos, solo la sencillez y la pureza de tu corazón. No te preocupes, lo que ha llegar, sucederá y le plantarás cara.
  2. Resígnate a la soledad, tiene su lado chulo y puedes conocerte mejor a ti mismo aunque evidentemente sin abusar de ella.  
  3. Convéncete de que eres independiente, fuerte y autosuficiente y por tanto, que no precisas a nadie para que te lo recuerde o sea tu consorte. El camino es más importante que aquello que te llevó a caminar. 
  4. No temas al cambio; lo peor que te puede suceder en la vida es que no te pase nada. No todo tiene que ser perfecto para ser feliz. 
  5. Mira con optimismo al horizonte. El destino es algo que no debes ver, sino más bien crear; empezar de cero no es tan malo, porque cuando comienzas todo de nuevo, recibes una nueva oportunidad para que las cosas salgan bien. Muchas veces la vida no te dará lo que quieres, no porque no lo merezcas, sino porque mereces mucho más que eso.
No voy a frivolizar con el tema "hay muchos más peces en el mar", porque cuando acaba una relación, es lo menos aconsejable para pensar aunque no tienes que despedirte del amor, solo de quien no te supo amar


Y así como surgen deberes, también llegan los errores
  • Pensar en que podréis reconciliaros, donde se incluye perseguirle, acosarle y demás pérdidas de tiempo (y de TU TIEMPO y  TU DIGNIDAD) que conlleva la obsesión de la mano del ridículo. 
  • Adoptar una actitud cobarde y aferrarte a los buenos recuerdos con él, olvidándote paradógicamente de los malos y del dolor que te infringió.
Eso no es más que una resistencia a la soledad y a anclarse al pasado, que no te llevará a ninguna parte. Es doloroso intentar conservar los deseos intactos cuando su protagonista ha cambiado, de igual modo sufrirás más con lo que imaginas que con lo que en realidad sucede.
Nadie puede volver atrás, pero todos podemos seguir adelante; le querrás con todo tu corazón, pero le acabarás odiando con toda tu inteligencia. El peor enemigo serás tu mismo, y cuando lo comprendas, empezarás a ganar la batalla a la cobardía.
  • Lamentarte en exceso... querrás incluso escapar y que nadie te encuentre. La peor forma de extrañar a alguien no es saber si también te extraña, tal vez sea que no se quedó contigo porque le daba miedo darse cuenta de que tú lo querías como él no sabe quererse. Bien puedes llorar, desahogarte, costará superarlo pero aprenderás a soportarlo; nadie te juzgará por eso, pero hasta que no te queden lágrimas y digas "ya está bien, hasta aquí, ya tuviste demasiadas".
La vida es como un rompecabezas, cada pieza tiene un razón y un por qué, no insistas en colocar piezas donde no caben. Sentirás que los días siguen y vivirás la extraña sensación de que son ellos los que te reviven y que tú eres el tiempo que ellos recorren.
  • Liarte con otra persona, "un clavo saca a otro clavo" es la mayor estupidez que puedes cometer porque solo empeorará las cosas, jugarás con los sentimientos de alguien que no tiene la culpa de nada e irás hacia atrás en vez de avanzar. El problema al acabar la relación es que en vez de aceptar que todo terminó, queremos olvidarnos completamente de esa persona y desde luego, este recurso no es lo más acertado.
  • Pretender pasar de EX a "amigo". Cuando alguien te deja, "se supone" que quiere seguir manteniendo la amistad, ya que tu pareja suele ser (o más bien debería ser) también tu amigo, pero a la hora de la verdad no sólo se rompe con la pareja, sino también con el amigo.  La confianza es como un papel, una vez arrugado, no podrá volver a ser perfecto otra vez.


No hay que tener prisa por lograr el olvido, es más, dudo que llegues a desterrarle de tu corazón, se quedará ahí, imborrable, pero su parcela cada vez se acotará más y más hasta ser pequeña, minúscula. Hasta que no vacíes tu alma de todo lo que te atormente, no podrás llenarla de todo aquello que te hará feliz.

Desconfiarás de todo por miedo a que te suceda otra vez; que te rompan el corazón es doloroso, pero no tan malo como crees: muestra que fuiste valiente para intentarlo.  Al final del camino, siempre habrá una luz de esperanza, así que cruza el río o nunca sabrás lo que te espera en la otra orilla.

No te arrepientas de tu pasado, pero sí de la persona con la que perdiste el tiempo: si fuiste feliz con la persona equivocada, ¡imagínate lo feliz que serás con la indicada! Y recuerda que no hay ningún final real, solo hay un punto en el que dejas de contar una (tu) historia en un capítulo y faltan pues muchos más por llegar. 

miércoles, 11 de febrero de 2015

Capítulo VIII: Tenemos que hablar...

He pensado más de dos veces si atreverme a escribir esta entrada dado que es algo reciente en mi vida y tal vez no le de el enfoque desde la distancia que debiera, pero si este blog es personal y es mi opinión, no sé por qué no debería encajar.


Voy a saltarme todo lo referido a buscar a tu pareja, encontrarla y el famoso eslogan del Moulin Rouge que a todos nos ha fascinado ver y sobre todo experimentar "lo mejor que te puede ocurrir es amar y ser correspondido" porque se supone que sucede antes del "Tenemos que hablar". Lleguemos pues a este punto.  Una cosa es que te dejen y otra dejar, yo he vivido ambas situaciones por lo que puedo colocarme en ambos roles. No digo que "el que tome la decisión" no sufra, pero  "el que recibe la noticia" es obvio que le espera la peor parte.

Si una relación va mal, con demasiados altibajos, choques o discusiones, si realmente el "nosotros" que la formamos nos amamos, somos capaces de vencer todo y seguir juntos. Ninguna relación es perfecta, las crisis están a la orden del día y quien niegue eso, apoyándose en lo idílico, sabe que miente.  Aunque la posibilidad de que el otro te diga: "quiero dejarlo" supera el 90% ya te hueles con tiempo que puede suceder; aún así te dolerá, tal vez menos, pero puedes asimilarlo mejor.

La ruptura puede ser vista desde muchas perspectivas, pero en esta entrada me referiré a lo peor: que la idea de cortar venga del otro.
Te pilla de sorpresa, no sabes qué decir ni qué hacer... buscas una explicación, pero a veces la que te otorga pertenece a  las típicas:


"no eres tú, soy yo", 
"me siento agobiado", 
"necesito un tiempo"
o de esa índole que en absoluto te da respuesta. 

Aunque pensándolo bien, ¿en ese estado lo que salga por su boca te reconfortará? Incluso su frialdad para que lo asimiles y la distancia que pone como si fueras un perro sarnoso te hace sorprenderte si realmente conoces a esa persona y si realmente te ha llegado a querer al comportarse y decir lo que has escuchado. 

Se te cae el mundo a tus pies, y sientes como si el tiempo te succionara antes de conocerle o incluso como si despertaras de un bonito sueño, esa persona se va como si nada y sí, te carcomerá el estómago de la rabia si no pierde el tiempo y al día siguiente "rehace" su vida como si fueras un mal recuerdo o como si nunca hubieras existido. Sin embargo, bien es cierto que el cariño que se pierde por decepción, es aquel que nunca vuelve.

En frío, podrás decir: "tú te lo pierdes", "encontraré a alguien mejor"... pero en esos momentos, cuando vives en tu piel aquello, se apodera de ti un estado de dependencia (que luego verás absurdo). Tus planes inminentes con esa persona que hayas ideado con tiempo, ya no están, los días del calendario se quedan vacíos al igual que tu noción del tiempo al desorientarte y encontrar el rumbo.

Esperar duele, olvidar duele, pero el peor de los sufrimientos es no saber qué decisión tomar. 

sábado, 10 de enero de 2015

Capítulo VII: Si Morfeo me lo permite...

Suelo dormir poco, dependiendo de mi estado de ánimo o mis circunstancias, apoyo a Leonardo da Vinci con su frase «Dormir es perder el tiempo». No obstante, sí que reconozco que doy mucha importancia a los sueños. 

Curiosamente, es un tema con el que hablo con mi amigo Javi, y aunque la temática de éstos sorprende bastante: los hay comunes, eróticos, ilógicos, surrealistas, absurdos pero también simbólicos y que posteriormente a tenerlos, les encuentro significado, sobre todo aquellos en los que se aparecen personas que no conozco, donde algunas también con el tiempo llego sorprendentemente a conocer... 
¿Casualidad o Causalidad? Nunca llegaré a saberlo...
Aunque no seamos capaces de recordar (todo el argumento de) lo que soñamos, sabemos que lo hacemos cuando dormimos. El misterio de este fenómeno ha sido perseguido por la curiosidad humana desde el principio de los tiempos hasta tal punto que hoy en día parece haber sido desvelado: 
«Soñar es como pensar pero de otra forma diferente al tipo de pensamientos que tenemos cuando estamos despiertos. Lo más sorprendente es que podemos llegar a ser capaces de resolver problemas mientras dormimos».  
Nadie parece negar que los sueños reflejan nuestras angustias o traumas que no podemos expresar conscientemente, cuestiones que nuestro cerebro es incapaz de resolver cuando tenemos los ojos abiertos y que aborda solamente cuando dormimos.  
No obstante, hay otro enfoque más: los sueños nos ayudan a resolver problemas. Si queremos solucionar los enigmas que nos acosan, solo hemos de dormir un rato. Si partimos de la premisa de que los sueños son siempre muy visuales y contienen una linea argumental cuya naturaleza es casi ilógica, rara vez el sueño que recordemos será lógico. (Fuente: Neoteo » Tecnología, todos los días)

Todo se complica con las pesadillas, a las que podemos clasificar como una subcategoría del sueño. Es indudable el contenido emocional o atemorizador de las pesadillas, por lo que no es de extrañar que recordemos su detalles vividos al despertar e incluso a lo largo del día por el gran impacto que provocan en nuestra mente. 
A diferencia de los sueños, éstas tienen como propósito mostrar lo que nos inquieta desde dentro a niveles más profundos. Son el claro indicio de temores que debemos reconocer y confrontar, como si nuestro subconsciente nos diera un toque para que prestáramos atención y dejáramos ya de huir, ignorar o rehusar a aceptar una situación particular de nuestra vida. (Fuente:  Misabueso: Comunidad Interactiva)

El mundo de los sueños es un terreno que magistralmente Freud se encargó de estudiar, solo tengo nociones puramente teóricas o mejor llamadas desde enfoque científico  como lo mencionado arriba (a base de introducción)  y al ser tan inmenso, sería complicado de acotar e incluso resumirse a una entrada de este blog. Por ello lo enfocaré ahora a lo personal o visto de otro modo, a lo práctico o mejor referido a ello como basadas en la experiencia.





Los sueños más recurrentes que he tenido han sido tres:
  1. Caer de un precipicio o de cualquier lugar donde sé de sobra que me haré daño o incluso me mataré. Este suele ser tan "real" que a veces me incorporo rápido, con la respiración agitada y sudando. Justamente antes de llegar al suelo.
  2. Caminar con un pie descalzo por la calle mientras que el otro está calzado.
  3. Serpientes, todo tipo de ellas. No es que me ataquen, solo que mi casa se llena de ellas, la rodean y la invaden. No me hacen daño pero me siento angustiado al tener a "semejantes invitadas" que me retienen como si estuviera secuestrado y todo aquel que intenta entrar a ayudarme o que está conmigo en la casa, sale mal parado...

Haciéndome a un lado de lo ilógico de muchos sueños, porque en el TODO siempre habrá elementos prescindibles, incomprensibles, útiles y significativos, bien es sabido que a lo largo de la historia se han relacionado a los sueños con el mundo de los espíritus o el Más Allá  convirtiéndose en su  medio de contacto. No os debe extrañar tal afirmación si habéis leído antes el Capítulo III: ¿Qué pasa cuando morimos?, donde enfoco tal tema con el Más Allá y me sirvo de él para explicar mi perspectiva o creencia.

A donde quiero llegar es que defiendo la teoría de los sueños premonitorios. No creo ser la única persona que ha sabido lo que iba a suceder con horas, días, semanas o meses previos. No me considero vidente, pero es un fenómeno extraño que apoyo porque lo he experimentado. No hay más.

Vinculado a esto último y a diferencia de lo que se crea sobre que los déjà vu, sobre si existen en realidad o la explicación científica de que solo son "impresiones", me inclino a favor de que son "sueños olvidados que viven en mi estado de vigilia".  

Si bien he dicho que somos incapaces de recordar todos nuestros sueños de una noche (donde según se dice, tenemos demasiados y son inconexos entre ellos), el déjà vu es el ejemplo raro de que se quedan tatuados, grabados, anclados, como vosotros lo queráis llamar, en nuestro mundo onírico. 


Mientras que algunos sueños que etiquetamos de relevantes (y sea por la cuestión que sea sí recordamos frente a otros) se convierten en premonitorios y por tanto, no es fácil "dirigirnos" a ellos... los déjà vu por el contrario, parecen conducirnos a un camino más largo que seguir hasta llegar a ellos, ya que al no estar "frescos" tales recuerdos del sueño, tenemos evidentemente esa sensación de que vemos algo por segunda vez pero al estar "desprevenidos" mostramos una sensación de sobrecogimiento, extrañeza o rareza.
Obviamente, si la experiencia que ocurre en ese momento no nos suena, es que es nueva y por tanto, ni nos sobrecoge, ni nos extraña ni la vemos rara, pasará desapercibida porque se unirá a los recuerdos que vivimos cada día, volviéndose insignificante e incluso con el tiempo, irrelevante y olvidada.

A modo de conclusión, siempre defenderé que el universo es demasiado inmenso para poder reducirse a la explicación de un mero mortal... nuestro afán de clasificar y etiquetar todo, reducirlo a la lógica, es una idea absurda que deberíamos asumir y dejar de engañarnos. Los sueños entran en ese grupo, deberíamos dejarlos ser, y cada cual que los interprete como quiera, ya sea el contenido de los mismos o el significado que les otorga.