lunes, 22 de agosto de 2016

Reseña "El Lado Perdido" de Sally Green

Información 

Titulo Original: El lado perdido (Half Lost)
Autor: Sally Green
Editorial: Océano Gran Travesía
Género: Fantasía / Juvenil
Cubierta: Tapa blanda con solapas
ISBN: 9788494528217
Páginas: 368



Sinopsis

Después de que la Alianza quedara prácticamente destruida, Nathan se vio obligado a ser partícipe del más doloroso crimen. Ahora su sed de venganza es cegadora. No le deja dormir, sus visiones están bañadas en sangre y no descansará hasta aniquilar a todos los que han hecho de su vida un infierno. Pero como ha sucedido desde el principio, Nathan tendrá que tomar partido, no sólo en combate final entre los dos bandos enfrentados en el exterior, sino también entre los dos lados que luchan dentro de él. De su decisión dependerá lo que ocurra, y sólo él tiene el poder para que todo arda o para que una esperanza pueda nacer.


Opinión 

Este reseña es el desenlace de la trilogía. "El lado perdido" es el libro más delgado de los tres que la componen, algo que en un principio me sorprendió y me desencantó, pero a cambio Sally Green supo como no decepcionarme con este desenlace. "El lado perdido" nos deja en torno al devastador final de "El lado salvaje", ha pasado algo de tiempo y Nathan busca con ansia y furia un rastro para cumplir con su venganza. Con Gabriel como su leal sobra y una Alianza hecha pedazos, Nathan deberá luchar contra el enemigo y contra sus propios impulsos y sed de sangre para ganar esta guerra y poder ser feliz junto a su ser amado.

La narración es en primera persona durante todo el libro, desde el punto de vista de Nathan, exceptuando el capítulo final. Los capítulos son de corta extensión y la estructura es lineal y cronológica, en esta ocasión la autora no recurre al flash-back para rememorar el pasado de Nathan; nos centramos exclusivamente en el presente, un ambiente de inminente batalla, caos, violencia y temor.

El desarrollo del protagonista me ha hecho disfrutar gratamente. En el primer libro Nathan me resultó un personaje neutro, apagado, cargado de moral pero sin chispa. En "El lado perdido" es energía vital, brutal y desbordante. Todos a su alrededor parecen estar dispuestos a poner a prueba su temperamento, y descubren con temor que Nathan ya no es el de antes, se ha convertido en una criatura perfecta y letal. En más de una ocasión se puede apreciar la ferviente tensión y el autocontrol que el protagonista debe ejercer para no arrancar cabezas, lo cual sucede muy a menudo. A pesar de que Nathan es un elemento imprescindible para la Alianza, y del hecho de que sin él no tienen la más mínima oportunidad, parece tener más enemigos que amigos a su alrededor. Le temen, envidian, juzgan y acechan.

Sin embargo, Nathan se está conociendo a sí mismo, desea sobrepasar las fronteras de su potencial, de su poder y su habilidad; y en más de una ocasión arriesga su vida y la de los que le rodean para satisfacer el despliegue de este nuevo poder.

La relación entre Nathan y Gabriel durante la trilogía va evolucionando, y en esta entrega se ahonda más profundamente en los sentimientos y la intimidad de estos dos personajes; algo de lo cual he disfrutado muchísimo, porque ambos son muy distintos pero sus mentes conectan de una forma única. Gabriel es el único que conoce a Nathan en su total plenitud y el que verdaderamente aprecia y ama todos los lados de Nathan, el lado blanco y el oscuro.

Estamos ante una trama cargada de acción, traición y pasión; así como un gran despliegue de dones y magias perversas y ancestrales que ambos bandos utilizan para ganar puntos en esta batalla. Sin embargo, Sally Green nos aguarda con un final que yo aún no he sido capaz de superar. Lo sospechaba un poco, pero no de la forma en la que sucede ni cómo transcurre. Admito que terminé emocionado con el desenlace.



Calificación


jueves, 18 de agosto de 2016

La importancia del pasado

¿Hay alguna parte de tu pasado que te gustaría cambiar? ¿Alguna vez te han hecho esta pregunta? o simplemente ¿no ha pasado por tu mente en algún momento? 

Piénsalo por un momento. ¿Y si pudiéramos borrar un momento de nuestra historia que no nos agrade demasiado? ¿Cuál borrarías? El pasado es algo que siempre va a estar con nosotros, nos guste o no. No va importar que no mires atrás o que trates de evitarlo. Nos han hecho daño, y hemos hecho daño. 

El pasado está ahí para recordárnoslo a veces. ¿Qué oportuno no? Hay gente que reniega de él si ha tenido malas experiencias o reprime cosas que no le son agradables porque les causan dolor y lo que consiguen así es hacerse más daño. Al fin y al cabo, es absurdo. El pasado es una parte de nuestra historia, una parte de nuestra vida que no podemos borrar. Renegar de nuestro pasado, supone renegar de nosotros, no aceptar que hemos crecido. No por no querer ver algo o echar la mirada hacia otro lado no va a hacerlo desaparecer. 


Todos nos hemos equivocado. Aceptarlo significa crecer, madurar y ver de todos los errores que hemos aprendido, cuánto hemos crecido en cada situación. Cuando aceptas el pasado es como si te perdonaras a ti mismo. Cuando lo haces,es cuando sabes que puedes seguir aprendiendo. Si borráramos aunque fuera una mínima parte de nuestro pasado, no seríamos lo que somos hoy.

jueves, 4 de agosto de 2016

La evolución de los miedos

¿Recuerdas a qué le tenías miedo cuando eras pequeño cuándo no teníamos grandes preocupaciones o responsabilidades? Tal vez le tenías miedo a la oscuridad, o creías que había monstruos debajo de la cama. 


Cuando crecemos, nuestros miedos inevitablemente crecen con nosotros. Ahora los miedos son otros como fracasar, encontrarnos solos o a sufrir la pérdida de una persona querida. Es natural sentir miedo, es una forma de protegernos,de advertirnos de un riesgo o de una amenaza. En este sentido, podría decirse que es positivo tener miedo porque en cierto modo nos mantiene en un estado de alerta ante determinadas situaciones. Pero, por otra parte,el miedo se convierte en un verdadero problema cuando empieza a tomar el control de nuestras vidas, cuando acabamos actuando dirigidos por él. 

Cuando esta emoción maneja nuestras vidas,si es que un motivo para empezar a sentir auténtico terror porque acabaremos por no ser nosotros mismos,dejando la toma de decisiones a una emoción descontrolada. Al final de cada día,nuestros miedos siguen ahí pero hemos de luchar contra ellos continuamente. Nuestros temores crecen y cambian a medida que crecemos pero nuestra experiencia y nuestras armas para luchar contra ellos también.

miércoles, 3 de agosto de 2016

Deshacerse de los celos

Nadie que ame está libre de los celos. Y tampoco de la infidelidad. Aquel que se ve engañado por su pareja, casi siempre reacciona celoso. Así que tampoco aquí nadie se ve inmune ante ellos en su vida. Los celos pueden ser como una fiebre.


Constantemente pasan por la cabeza las mismas imágenes: uno ve cómo su pareja se abraza a otra persona, cómo la ama, cómo se muestra más cariñosa y alegre con ella... Hace cosas con el otro individuo que no había hecho con uno. Independientemente de que se acierto o no, uno no consigue librarse de esas imágenes, que llevan al odio, a la envidia y a dudar de uno mismo.

Esa parte oscura del amor corresponde a la sensación de que nos han robado algo y de que, al hacerlo, alguien a quien amamos nos compara con otra persona y, en esa comparación, salimos mal parados. Es consecuencia del miedo a no poder competir con el otro y, de alguna forma, a sentirse indefenso, pues una gran parte de lo que sucede tiene lugar a nuestras espaldas, esto es, sin que nosotros estemos presentes, lo que viene a significar una amenaza elemental. Así reacciona nuestro cuerpo en ese momento: se prepara tanto para la lucha como la huida.

Y la central de mando en el cerebro pone en marcha una reacción en cadena: coloca al organismo en situación de alarma, las glándulas suprarrenales tienen que descargas más adrenalina, nuestra hormona de protección, el corazón late más rápido, el cerebro y los músculos son abastecidos con más oxigeno y un sudor frío cubre el cuerpo.

En la mayoría de las personas, desaparecen las ganas de comer, pero otras también reaccionan comiendo desmesuradamente para compensar el amor perdido.

Por regla general, los chicos celosos tienden a ser agresivos, incluso agrediendo al contrincante o causándole otro tipo de daños, tienden a ser muy rígidos y se cierran como una ostra cuando se les hace daño. Las chicas en cambio, suelen actúan con astucia, tejiendo intrigas contra "la persona intrusa". Pero también parece que las mujeres perdonan antes una infidelidad, porque para ellas, la unión sentimental suele ser lo más importante; "juntan" allí donde parece que no hay nada que "juntar". 


La causa principal de los celos excesivos suele ser la falta de autoestima, de autovaloración. Así, una buena dosis de autoestima protege contra sentimientos autodestructivos. Y para que esto resulte, es la adolescencia donde se colocan los principales fundamentos.

Si nos encontramos en una situación de celos, debemos ser, en primer lugar, buenos con nosotros mismos. No debemos cometer el error de intentar autoconvencernos de que no nos quiere nadie o de que todo el mundo nos señala con el dedo. Tampoco intentar reprimir los celos, sino comprenderlos. Nadie pasa por esta vida sin heridas.  Desahogarse tranquilamente dejando, si es necesario, correr las lágrimas. Eso ayuda más que el tramar algo contra el inevitable adversario.

Hay que hacer cosas que nos gusten y que nos distraigan: deporte, ir al cine con los amigos, leer un libro, planificar las próximas vacaciones o visitar familiares en otra ciudad. En definitiva, ¡tú eres la persona más importante en tu vida!