viernes, 1 de septiembre de 2017

Reseña Los Chicos del Parque - J. Domínguez Macizo

Información 

Titulo Original: Los Chicos del Parque 
Autor: J. Dominguez Macizo
Editorial: Carena-Acidalia
Género: Narrativa, novela negra.
Cubierta: Tapa Blanda
ISBN: 9788416843206
Páginas: 255


Sinopsis

El hallazgo del cadáver de Néstor, aspirante a la alcaldía, en el parque con mayor volumen de prostitución masculina de la ciudad, está a punto de convertirse en el escándalo local del verano y poner en peligro la doble vida de su examante, Mario. Dicha relación hará que el joven sea pieza clave en la investigación policial dirigida por el inspector Joaquín.

Para poder seguir compaginando su actividad diurna como profesor de primaria con la prestación de servicios sexuales al caer el sol —y evitar que su secreto acabe siendo de dominio público— el joven tendrá que ceder al chantaje al que es sometido por el policía, con quien también comparte un pasado sentimental, y ser su aliado para esclarecer del brutal asesinato.

Mario se involucrará en una investigación en la que la existencia de un alijo de cocaína, misteriosamente extraviado de la comisaría de Joaquín, será el desencadenante de una serie de dudas y sospechas que enturbiarán el proceso. A medida que avancen las averiguaciones de la pareja de aliados, se irá descubriendo la espesa tela de araña de la que la víctima es epicentro y en la que quedarán atrapados, por diferentes motivos e intereses, investigadores e investigados.

Prostitutos, policías y políticos corruptos, un proxeneta y una periodista, carentes de escrúpulos todos, son los otros agentes externos de una trama que combina venganza, poder, sexo y celos, y en la que nadie es lo que parece.

Los chicos del parque es una novela de misterio urbana con tintes eróticos que explora y ahonda en la afición y fascinación del ser humano por construir vidas de doble capa.


Opinión 

No es el primer libro de temática gay que leo, ni en este año ni anteriormente a él. Como suele pasar, al igual que con los de cualquier género, me he tomado con decepciones literarias pero también con aciertos, descubrimientos en este caso que me han satisfecho gratamente hasta el punto de agradecer haberme sumergido en su lectura.

La literatura LGTB parece relegada a un segundo plano, como si fueran libros menospreciados por lo que abordan o directamente por editoriales que inconscientemente no apuestan por ellos dando inconscientemente apoyo a la conducta homofoba que desgraciadamente, a estas alturas de la vida y en pleno siglo XXI que estamos, aún sigue presente en su intento de "invisibilizarla".

Como bien dijo Victor Hugo: “No existe en el mundo nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo”, y aunque haya trabas en el camino, con la existencia y alcance de redes sociales no pasarán desapercibidos.



Dicho esto, retomo la reseña. Supe de la existencia de Los Chicos del Parque a través de Facebook, me llegó una invitación para unirme a la página que hay creada por el autor y por curiosidad, acepté y curioseé. En cuanto leí la temática no lo dudé, abordaba la novela negra solo que con una peculariedad: personajes, en su mayoría gay, o en torno a ese mundo, cuyo ambiente y escenario podría considerarse hasta uno más del elenco.

¡Era toda una novedad! O sea, un proyecto original que daba a priori muy buena impresión y que prometía no defraudar por el reto al que el autor había apostado. No me apetecía sumergirme por un tiempo en novelas donde estuviera marcado el repetitivo instalove, que abordara el camino -amargo o idealizado- de un adolescente gay que sale del armario ni mucho menos las que carecen de un argumento sólido para centrarse en el morbo de narrar sucesivos encuentros sexuales sin ton ni son.

Así que tenía en mis manos lo que buscaba. Y ahí fui.

¿Por donde empiezo? No voy a repetir la sinopsis, asi que me limitaré a comentar la novela, aunque me será complicado ya que no quiero revelar spoilers.


El autor nos introduce a través de Mario en una realidad que es un secreto a voces: la prostitución masculina para esos clientes varones que buscan la clandestinidad y la discreción que ofrecen los chaperos a los que recurren. Llama la atención lo arriesgado que debe ser llevar su doble vida, y creo que eso es lo que desde el minuto uno despertó mi simpatía, más aún si cabe porque es del todo imperfecto: es racista (con sus "compañeros" de profesión nocturna), altanero, seguro e irrespetuoso. Vamos, lo que no sueles encontrarte de buenas a primeras en alguien que debe ser el centro de su historia. Y por si fuera poco, sientes una extraña empatía con él cuando de pronto irrumpe lo acontecido con Néstor.

Porque en cuanto esto sucede, ya tienes claro que lo que te falta por leer, no es una novela gay más. Solo hemos visto el envoltorio, y éste no determina lo que encierra el interior que cobija. Nos llega un misterioso asesinato, una investigación -policíaca como amateur por chantaje-, un lazo del protagonista con la víctima... En efecto, sí, ingredientes varios de toda una novela negra.

Accede al chantaje y página tras página (no hay capítulos, el autor estructura la novela a través de la mención de días de la semana y horas) vamos sumergiéndonos en diferentes escenarios que el autor presenta a un lector curioso y a la vez, podríamos decir, novato, "a lo que nunca se enseña en el colegio" a no ser que tengas un puente con ese mundillo.   En efecto, tenemos el parque de aparcamientos donde nuestro protagonista se prostituye, donde nos relata su horario, manías y tácticas de astucia sin olvidar de recrearlo con anécdotas o pinceladas que enriquecen ese espacio.


Pero obviamente van pasando, uno a uno más escenarios: el domicilio del proxeneta donde aloja a sus prostitutos (y sus otros negocios...); la mansión donde Mario va a prestar sus servicios a un cliente (pasaje cuya parte no tiene desperdicio) así como las saunas, diversos pubs y locales de ambiente -con sus reservados y salas-... todos ellos, excelentemente descritos y tratados, con detalles que el mismo autor cuida, como es la mención de canciones para recrear esa atmósfera y lograr sumergirte en ella. Así pues, Mario podría decirse que es como el guía al que nosotros seguimos como adeptos -curiosos- y sumisos, donde no tendremos apenas tiempo de detenernos y acomodarnos ante la sucesión de improvisados hechos que nos exigirán dinamismo, y más si el peligro acecha poniendo en riesgo nuestra seguridad.



Pero vayamos a otro aspecto no menos importante. Ese es el escenario, sí, pero los personajes están presentes y juegan su papel a modo de tapiz donde el protagonista ocupa el primer plano, y donde se percatará de que el ser humano es ambicioso, mentiroso e incluso traicionero, y por conseguir lo que codician puede llegar a límites imprevisibles. Sospechosos que no lo son tanto, investigadores que deberían ser investigados, toda una tela de araña donde no hay blanco ni negro, sí en cambio unos grises que confunden al lector pero que agradece su juego enmarañando la historia con una sucesión de inesperados acontecimientos que revelan que hay verdades que no has debido de dar como del todo ciertas de buenas a primeras...

Y tal y como mencioné en la sinopsis, estamos pues a una trama donde se mezcla la venganza, el poder, el sexo y los celos, donde las apariencias engañan. Y en efecto, toda esa combinación desencadenara en un apoteósico final que sorprenderá a más de uno después de habernos tenido atrapados desde su inicio.


Calificación


2 comentarios:

  1. ¡Hola!
    Respecto a lo que has comentado sobre la literatura LGTB, yo creo que siquiera debería catalogarse como un género a parte, de esta forma solo transmitimos que son distintos, que no se deberían mezclar, y no es así en absoluto. Me hace gracia la gente que se queja si la sinopsis de un libro LGTB no pone claro y resaltado que el personaje no es hetero. Bueno, yo soy hetero y he leído libros donde los protagonistas son chicos homosexuales y los he disfrutado de igual manera. Que a una persona quiera leer un libro por su trama pero lo descarte si hay algo de LGTB me parece una burrada.
    Dejo el tema porque me indigno, creo que abriré un debate en mi blog sobre él. Me parece un libro muy curioso, nunca he visto ni leído ninguno así. No sé si lo voy a leer o no, pero sin duda tiene pinta de ser un libro muy distinto a todo lo que he leído.
    ¡Nos leemos!
    Lua.

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  2. Sinceramente, llevas razón. Remarcar literatura LGTB en libros impulsa a que es diferente de la heterosexual, pero tanto uno como otros, independientemente de la sexualidad de los personales, tienen su trama, con inicio, desarrollo y desenlace. Una novela, vamos (en caso de prosa xD).

    De todas maneras creo que subrayar que un personaje es gay en la sinopsis ayuda mucho, comercialmente, a que el sector homosexual se interese más en comprar ese libro que otro, quizá por comprobar si se ven reflejados en él, o sencillamente, porque comparte con él, eso, su preferencia sexual, y se le hace más cercano, más íntimo, le da más confianza... No sé como explicarlo.

    De todas maneras, Los Chicos del Parque sí, como explico arriba, elenco de personas gays, pero se toca el tema de la prostitución como secundario, ya que al fin y al cabo, y creo que el autor lo ha manifestado en varias ocasiones, es una novela negra. La trama principal es un asesinato, y se ha de investigar quien anda detrás, los motivos y tal, el resto enriquecen la historia, es el ambiente, pero no la opacan ni se superponen a ella.

    Capaz fue culpa mía meter la introducción sobre mi opinión de la acogida de la temática LGTB por parte de la sociedad y por consiguiente, en las editoriales que apuesten o no por ella, y me fui por los cerros de Úbeda, distorsionando quizá, el valor del libro que venía reseñando.

    Un saludo, y gracias por pasarte, ¡me ha encantado tu comentario!

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