viernes, 6 de mayo de 2016

No esperes ganar sin competir

Somos inconformistas. Somos competitivos. Tanto si te gusta jugar como si no, más vale que te prepares para ello.

Hay veces que la vida es como una carrera de fondo. En la meta se vislumbra aquello que deseas con todas tus fuerzas. En esta carrera tienes que ganar. Olvídate de aquello de "lo importante es participar". Quién dijo esta frase quizás buscaba consuelo al no haber conseguido lo que quería. Puedes quedarte sentado mirando jugar a otros o arriesgar y empezar a jugar.

Si crees que la competición es ajena a ti te equivocas. Competimos por ser el mejor en algo, por alcanzar nuestros objetivos, por conseguir nuestros sueños.



Lo malo de las competiciones es que a veces sacan lo peor de uno mismo. La humildad se transforma en inseguridad y el esfuerzo se transforma en obsesión. Lo bueno de las competiciones es que nos incitan a luchar por aquello que queremos conseguir. Lo malo es que si no conseguimos aquello que tenemos en mente después de haber luchado por ello podemos caer en la frustración. Lo bueno,es que puedes levantarte y seguir intentándolo.

Esto,ya supone una forma de haber ganado ya que las victorias se cuentan por el número de veces que hemos conseguido levantarnos.Una vez que te levantes,no te detengas porque la competición continúa.

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