jueves, 13 de abril de 2017

Reseña "No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas" — Laura Norton

Información 

Titulo Original: No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas
Autor: Laura Norton
Editorial: Espasa
Género: Juvenil
Cubierta: Tapa Blanda
ISBN: 9788467041583
Páginas: 352



Sinopsis

Si estás leyendo estas líneas es que te ha llamado la atención el título.¿Te gustaría decírselo a alguien? ¿Serías capaz de decírtelo a ti mismo? Y lo más importante: ¿te gustaría mantener durante un buen rato la sonrisa que se te ha quedado en la cara? Pues esta es tu novela. Te podríamos contar con más o menos gracia de qué va la cosa, para que te hicieras una idea: que si la protagonista, Sara, es muy maja, que si tiene un trabajo muy interesante (es plumista, ¿a que nunca lo habías oído?), que si es un pelín obsesiva y alérgica a los sobresaltos... Por supuesto, la vida se le complica y se encuentra con que su piso se convierte en una especie de camarote de los hermanos Marx cuando en la misma semana se meten a vivir con ella su padre deprimido, su hermana rebelde y su excéntrico prometido y, sobre todo, el novio al que lleva mucho tiempo sin ver... Pero mejor no te lo contamos porque te gustará leerlo. Lo único que necesitas saber es que, desde el título, te garantizamos unas cuantas horas de descacharrante diversión como hacía tiempo queno disfrutabas.


Opinión 

A raíz del trailer de la película, me enteré que había un libro, y que conste que a día de hoy no la he visto. Empecé a leerlo todo emocionado, extasiado de felicidad, mientras mezclaba la nostalgia con risas. Lo empecé con tantas ganas, que pese a que hubiera capítulos bastante largos, me animaba a avanzar por saber más, por conocer que más le ocurriría a la pobre Sara y si por fin, la suerte le sonreía.

Y es que, los tiempos de instituto quedan marcados por más que pasen los años, y al igual que Sara, todos nos hemos enamorado del chico guapo y popular, pero por unas cosas u otras, ya sea timidez, alguna largarta que se cruza de por medio, o por imprevistos, el destino predispone que no es el momento (o que nunca será) y cuando parece que eso queda atrás, como un mero episodio anecdótico, el pasado vuelve a llamar a la puerta y por mucho que hayamos madurado o tengamos una nueva vida organizada, nos descontrola todo y volvemos al puerto de partida, como si los años no hubieran pasado.

Eso es lo que le pasa a Sara, tras dar el salto a un trabajo que nada que tiene que ver con su carrera y llevar una relación sentimental estable (aunque el novio trabaje fuera), se encuentra Aaron, si, ese chico del instituto que la tenía loca de la noche a la mañana. Y el destino no contento con devolverlo a su vida otra vez, pone las cosas difíciles para que ella se torture al no haber situaciones idóneas para que su deseo de adolescente se vea realizado o resistirse a que le estropee lo que actualmente ha planificado.

Pero obviamente, hay todo un abanico de personajes que entraran por hache o por be en esta historia, cuya presencia de una forma u otra, se vinculará con Sara y esta tendrá que lidiar con situaciones que no ha buscado intentando que no la agobien, demostrando una paciencia infinita y un tesón que mas de uno quisiéramos.

Los personajes son de lo más variopintos, algunos más planos que otros pero en conjunto, muy diferentes entre sí. Aquí tenemos desde una hermana rebelde y guapísima que hace lo que le da la gana, hasta un guiri que se asoma como quien no quiere la cosa. Además, hay monólogos, desvaríos y situaciones donde lo mejor que puede hacer uno es reírse de uno mismo antes que resignarse y lamentarse, porque eso no lleva a nada. Un cuadro algo esperpéntico, donde la comedia deja correr un tupido velo en ocasiones para conmovernos, tenernos nerviosos, e intrigados por lo que va a pasar, o mejor dicho, por lo que ansiamos que suceda.

Y es que es estilo de Laura Norton es sencillo y de ágil lectura, su lenguaje no supone problemas para comprenderlo y sientes como si leyeras el diario de cualquier amiga tuya. Ni lo más técnico, como lo referido al argot de las plumas o al de la arquitectura, que son pinceladas breves, te frenan.

La autora ha sabido documentarse, pero hay cierta parte sobre un viaje (no diré más para no spoilear), donde siento que empieza a precipitarse, a coger demasiada carrerilla, a atar cabos excesivamente rápido, que cuesta digerir y dices. ¡Caray, en cuatro páginas de nada me das un desenlace abrupto!

Creo que cuando se publicó "No culpes al karma", la autora desconocía el éxito que tendría y "Ante todo, mucho karma" solo era una idea en la cabeza que podría no hacerse realidad. Porque ya en la última hoja, se nos cuenta algo que pasará, o mejor dicho, sucederá en la segunda parte del libro. Que no la he leído, y sinceramente, dudo si hacerlo porque todos cuantos opinan como yo de "No culpes al karma", acabaron decepcionados con la segunda parte, para ellos innecesaria, con una Sara bastante diferente al primer libro, con situaciones rocambolescas y metidas con calzador que ella misma se buscaba y hasta cierto punto, por la sinopsis, temo que Sara deje de caerme simpática por ser el títere bufón del destino para ya aburrirme de ella y desesperarme por caer en lo mismo... conllevando a mi pereza, y por consiguiente, a desterrar el libro de mi vista.

Concluyendo, el libro lo recomiendo pese a ese final tan abrupto en pocas páginas, porque creí que el último capítulo sería apoteósico, un "to be continued" pero de estos que dices: "oh dios mio, se queda en lo más interesante, necesito saber como acaba", o sea, lo que deseo, verlo conseguirse con más tranquilidad, quietud, sosiego, desarrollado en más capítulos, no condensado.


Calificación


No hay comentarios:

Publicar un comentario