sábado, 13 de mayo de 2017

"La Divina Comedia" de Dante Alighieri - Introducción

Hace unos meses (en Octubre del año pasado exactamente) se estrenó la película Inferno, dirigida por Ron Howard y que es secuela de El Código Da Vinci y Ángeles y Demonios, siendo por tanto la tercera entrega donde Robert Langdon, protagonizada por Tom Hanks, repite el papel protagónico. Literariamente hablando, forma parte de la serie de libros de Dan Brown.

No voy a centrarme aquí en hablar de ella, solo tomaré la mención a Dante y a La Divina Comedia, ya que me apetecía muchísimo realizar una entrada (aunque serán varias) donde hable de literatura sin necesidad de ceñirme a reseñas exclusivamente, tal y como hacía hace tiempo.

Y aprovecho para aclarar (o recordar, si quien está leyendo pisa El Boomerang por primera vez) que si bien manejaré datos que están al alcance de cualquier manual literario, solo pretendo refrescar ideas y compartir curiosidades que en su día me llamaron la atención, ya que estas entradas no son ni de lejos fuentes para el estudio ni yo mismo poseo un afán de dármelas de filólogo super entendido del tema ni similares.

¿Por qué lo he elegido? Siempre me ha llamado mucho la atención cómo Italia abanderaba los movimientos, en este caso, literarios, respecto al resto de Europa, siendo pionera y cuyos máximos representantes serían inspiración en grandes españoles donde sería palpable dicha influencia.  

También he de confesar que el amor en la literatura siempre se ha condicionado por lo que época y por consiguiente, la sociedad dictaminaba, y el sentimiento en sí transgredía lo impuesto o marcado, de ahí que lo valorara tanto. Tanto Dante con Beatriz como Petrarca con Laura han sido poetas que escuché de oídas en el instituto pero que en la carrera, Filología Hispánica, pude estudiar más a fondo e indagar sobre ellos. Incluso hice un trabajo sobre éste último comparándo su Cancionero (Canzoniere en italiano) con los Sonetos de Garcilaso de Vega, estrechando influencia en Gustavo Adolfo Bécquer, Luis Cernuda y Jaime Gil de Biedma.

Volviendo a Dante, considero que su puesta en escena de incluir ese aura mitológica, tan presente en el Renacimiento en todas sus artes (escultura, pintura, arquitectura, literatura...) otorgó, a mi juicio, la llave del éxito por la originalidad en que la trata y abarca, más allá de su intención literaria.


Dejando los aspectos biográficos e históricos a un lado, hablemos pues de La Divina Comedia.


Dante Alighieri pretendía hacer una suma completa de los saberes de su tiempo, con un afán moralizador semejante a La Suma Teológica (Summa Theologiae) de Santo Tomás de Aquino. La redacción de este poema fue muy laborioso ya que el italiano estuvo quince años redactándolo durante su exilio, que vienen a ser prácticamente sus últimos años de vida.

No tituló su obra pero lo alude como "comedia". Desde el comienzo, de forma áspera, termina felizmente y la llama así, "comedia" porque está compuesto en un estilo intermedio entre la tragedia (nivel más elevado de la literatura) y la sátira (nivel menos elevado).  El adjetivo de "divina" aparecería por primera vez en el siglo XVI, y es partir de entonces que se llamará Divina Comedia.

Sorprende su construcción rigurosa, siempre en torno al número 3, ya que se basa en la imagen del Dios Trinitario: Padre, Hijo y Espíritu Santo,

La obra se refiere a un viaje del poeta por las regiones de ultratumba, que sigue el infierno, purgatorio y el cielo o paraíso, que vienen a ser las tres esferas en la escatología cristiana.  Hay críticos que señalan una influencia con la obra árabe, Peregrinación, de Mahoma.

Dante la estructura en tres partes, llamadas Cántigas, divididas en cantos: 33 corresponden al Cielo, 33 al Purgatorio y 33 al Infierno, más un cántico introductorio. Cada canto consta de un número de versos que oscila entre 115 y 154. Dichos versos son endecasílabos, agrupados en tercetos agrupados, siendo un total de 14333.


Debido a que señalaré diversos aspectos de la obra, donde me detendré bastante (y eso implica extenderme), no alargaré esta entrada y pronto la continuaré con la I Cantiga: Infierno.


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